jueves, 17 de febrero de 2011

CAPITULO 7 - NUEVA ETAPA

CAPITULO 7 – NUEVA ETAPA
El Fuego calentaba el cuarto de estudio de Johann, la madera crepitaba a medida que se consumía. Angus observó la biblioteca, con una amplia selección de libros de todos los temas, el escritorio se encontraba muy bien organizado y fotos de la familia adornaban la chimenea. En ella se veía una foto de la familia de Sasha, una niña con una deslumbrante sonrisa lo observaba desde la foto… su Sasha. El sofá era cómodo y sus colores terrosos combinaban con los paneles de madera del estudio. Nuevamente Angus pasó la mano por su cabello, era un gesto que demostraba lo nervioso que estaba. Johann tomo dos copas de coñac de su selecto bar y se acercó a él ofreciéndole una.
—Ahora sí, Angus tenemos que hablar muy seriamente, no puedo permitir que tus instintos hagan que Sasha se asuste y quiera huir de su propia familia. Ella sólo es una niña, una novata, su Poder es muy fuerte, pero se sale de control con mucha facilidad.
—Eso no va a pasar, no va a huir, ella es muy fuerte. —Angus exhaló un suspiro —se que no hice las cosas como debería haberlas hecho, he cometido más errores en un día que los que he cometido en los mil años que tengo de existencia, pero es que tu no comprendes…
—Comprendo más de lo que crees, —una sombra de nostalgia brillo tenuemente en los ojos de Johann, un dolor que paso por sus oscuros ojos, —es simplemente que no puedes acosar a Sasha para que te acepte, cuando ella ni siquiera se ha aceptado a sí misma ni ha aceptado lo que es, además ponte a pensar que hubiera pasado si ella prueba tu sangre, ¡sabes perfectamente lo que le sucederá!, ella aún no está preparada para manejar sus propios dones, mucho menos para manejar los dones de un vampiro tan antiguo como tú.
—¡Lo sé!, ¡lo sé!, simplemente en un momento todo se salió de control, no sé que me pasó —Angus paso las manos a través de su rostro, en un gesto de angustia, —ella es todo lo que he deseado desde hace mucho tiempo, esperarla ha sido una tortura, y cuando sucedió el ataque y desapareció sentí que me moría… tu sabes cómo fue para todos, pero sobre todo para mí. Ella me fue destinada por el oráculo, la noche en que nació se hizo el pacto entre tu familia y la mía, no puedes robarle la esperanza a un hombre que no ha tenido más que una vida vacía de honor y lealtad hacia su raza, ella es mi esperanza, mi futuro, mi vida.
—Sé lo que has vivido Angus, acuérdate que fue mi hermano quien murió aquella horrible noche, William era terco por naturaleza, como lo soy yo mismo, tratamos de hacerle comprender que el mejor lugar para que estuviera era detrás del escudo de Ashleton, pero él quería que sus hijos tuvieran contacto con los humanos, para que comprendieran la fragilidad de los mismos, y se llevó a toda su familia con él. Traté de advertirle sobre los peligros, la falta de protección que tendrían, pero me dijo que lo hacía por Sasha, tú sabes que el oráculo no solo vaticinó que ustedes debían estar juntos para que la paz y la tranquilidad por fin se instalara entre nuestra gente; también nos dijo que Sasha era única, una guerrera, una maga, alguien con todos los Poderes reunidos en una sola persona y que ella debía ser instruida para cargar con todo ese peso.
—Fui muy difícil dar con ella, —dijo Angus —cada vez que me acercaba a ella estaba rodeada de humanos, o estaba huyendo de los renegados o incluso estaba huyendo de mí, tu sabes que con el paso del tiempo nos es más fácil ocultar nuestra presencia, sin embargo, ella es la única que puede sentirme aún cuando traté de ocultarme, quizá es por el ritual, no lo sé, pero me detectaba antes que pudiera alcanzarla. Sin embargo hoy… creo que estaba distraída, la observé desde el callejón y la tristeza inundaba su rostro, quise protegerla y abrazarla y los sentimientos se me agolparon tan de repente que baje mis defensas y ella pudo detectarme, si no me hubiera movido tan rápido como lo hice no la hubiera alcanzado, aunque a decir verdad, al que alcance fue a Gabriel, pero yo sabía que ella no se iría sin su hermano. Fue realmente una suerte que los alcanzará, a esta hora los renegados los tendrían tanto a ella como a Gabriel.
—Angus, sé que no soy quien para darte consejos, y mucho menos para prohibirte o decirte nada, tengo 300 años menos que tú, pero tienes que ser responsable con ella, lo de hoy no puede volver a suceder o me veré en la obligación de negarte la entrada a esta casa, no es lo que quiero hacer, pero si continuas así me veré abocado por tus actitudes a hacerlo. Es mi deber protegerla, hasta de sí misma, y tú sabes que ella estará esperando la menor oportunidad para irse de aquí.
—No es lo que quiero, tenerla lejos me duele, pero sé que tengo que ser paciente hasta que aprenda como desenvolverse en nuestra sociedad y también que me acepte como el guardián de su alma y de su corazón.
—Bueno, ya teniendo las cosas claras, creo que es hora que nos retiremos a descansar, ve a tu casa Angus, nosotros cuidaremos de nuestra familia, no te preocupes.
Angus se despidió de Johann con una inclinación de cabeza y salió abatido por la puerta principal. El mayordomo cerró la puerta detrás de él y a través del cristal Johann pudo ver su silueta, parecía indeciso entre seguir su camino o quedarse allí de pie, después de unos minutos, Angus se dirigió a su casa.


Sasha despertó e inmediatamente se puso de pie como era su costumbre pero un lento mareo se apoderó de ella, su cabeza palpitaba y su cuerpo estaba adolorido, sobre todo en algunas de sus partes más íntimas, ¿Qué ha pasado? ¿Qué ha sucedido?, se preguntó aún con la mente aturdida, su mirada divisó un bulto que se encontraba al borde de su cama. Lilith se encontraba sentada en una silla e inclinada sobre la cama, estaba dormida con un brazo extendido hacia donde ella se encontraba durmiendo, como si estuviera pendiente del momento en que se levantara, parecía que había velado toda la noche su sueño y estaba agotada, su tía no se había movido…
Mi tía el solo pensamiento fue suficiente para que Sasha se diera cuenta donde estaba, con quien  estaba y como estaba, los recuerdos brumosos de la noche anterior se fueron aclarando en su mente, lo que había hecho era terrible, se sintió abrumada por la cantidad de sentimientos que había despertado la imagen de su tío Johann y después… lo que le había hecho a Angus, lo que Angus le había hecho a ella… ¡Dios mío! Como voy a volver a verle la cara a nadie. Recordó sus besos apasionados y como lo había hundido contra la cama rozándose contra su cuerpo. El solo recordarlo incendió la sangre en sus venas y su vientre se apretó con anticipación, su clítoris palpitó y su vaina pulsó con vida propia, con solo eso estaba más que excitada. Desesperada agitó su cabeza como si los recuerdos pudieran salir de ella con ese simple movimiento, asustada de la respuesta de su propio cuerpo, corrió al baño que se encontraba dentro de la habitación y tomó una larga y caliente ducha para acabar de retirar el sopor que le pesaba en la mente y en el cuerpo. Se secó enérgicamente con una toalla afelpada y salió envuelta en ella.
Gabriel se encontraba en la habitación con una sonrisa de oreja a oreja, una sonrisa verdadera, tranquila y feliz que hace mucho tiempo Sasha no veía en el niño. Su tía Lilith ya había abandonado la habitación, su cama estaba tendida y le había dejado ropa encima de la misma. Extrañamente era la clase de ropa que le gustaba… su típico traje guerrero, unos pantalones en cuero y una camisa negra pegada al cuerpo. Buscó su maleta, de donde sacó la ropa interior más cómoda que pudo encontrar.
—Hola Sasha, ¿Cómo te encuentras hoy? —dijo Gabriel
—Hola mi pequeño cachorro… bien, gracias, descanse mucho ¿y tú?
—Yo también, aunque se ve que tío Johann y tía Lilith apenas pudieron dormir, hay un montón de escombros y cosas rotas por toda la casa, lo peor es que no supe en qué momento pasó, me quedé profundamente dormido en el sofá, y esta mañana desperté en mi propia habitación, ¿puedes creerlo? “Tengo–habitación–propia”, estoy feliz, además es muy bonita y según parece estaba esperando por mí, tengo una laptop propia, además de un Wii con un montón de juegos de video que siempre quise. Hay ropa suficiente para un batallón y la cama es realmente suave.
Sasha se quedó embelesada viendo la expresión de Gabriel, su niño se encontraba más que feliz de encontrarse allí.
—Voy a cambiarme Gabriel, ya vuelvo y hablamos otro poco.
—Creo que no tenemos tiempo de charlar, la tía Lilith me dijo que nos han preparado una recepción.
—Y porque yo soy la última en enterarme.
—Pues supongo que porque ayer terminaste noqueada totalmente, además no te hagas la mártir que no te sienta bien.
—Chiquillo mal criado, deja que te alcance y verás lo que es ser un mártir —Sasha tomo la toalla que tenia atada al cabello y la agitó contra Gabriel como si se tratara de un látigo, azotándolo en su trasero, Gabriel soltó un pequeño grito y salió corriendo de la habitación. Se asomó desde la puerta
—Eres una odiosa, eso me pasa por ser buen hermano y venir a ver como seguías —Diciendo esto le sacó la lengua y salió corriendo por el pasillo riendo como loco.
—Este niño me va a agotar si sigue así de vital —dijo para sí misma
Sasha se vistió y salió por el pasillo hacia las escaleras en forma de caracol, bajó mirando detenidamente las decoraciones y las fotografías que colgaban de las paredes, en muchas de ellas veía a su padre, cuando era un niño, a su lado estaba Johann. No se veía diferencia física entre los dos, aunque Johann tenía un cierto aire travieso en sus ojos, en cambio en los de su padre la seriedad primaba.
Al bajar las escaleras se encontró que las personas que colaboraban en la mansión con el aseo, ya habían recogido gran cantidad de objetos rotos en una sola pila y los estaban empacando. Sonrojándose por el recuerdo caminó rápidamente hasta llegar a donde su tío y tía se encontraban.

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